¡Por fin!

Saludos a nuestros lectores ha pasado mucho tiempo desde que se subió un escrito como los de antes en el blog. Pero para no faltar a la costumbre al fin he decidido que regresemos por fin, por cierto, espero que Tapia y Mich, den cátedra de porque escriben aquí, mientras que de Cucho, la verdad no tenemos noticias y simplemente nos queda esperar a ver cuando se digna a aparecer.
Pero bueno, me gustaría una vez hecho los correspondientes saludos y reclamaciones, es momento de redactar una anécdota combinada con una reflexión. Resulta que el día de ayer, me encontraba disfrutando de un partido de fútbol frente al televisor, cuando en un derrepente sin avisar una patrulla da un frenon de esos que no pasan inadvertidos y provoca que toda la calle se entere sobre lo que van a realizar. En ese momento se bajaron cinco sujetos, todos ellos policías con aspecto rudo, dispuestos a repartir golpes si era necesario aunque la pregunta era ¿Por qué? La respuesta, iban tras la pista de un integrante de una banda conocida provenientes del lugar de donde vivo, el joven con escasos veinte años de edad a lo mucho, había entrado minutos antes a su casa escapando de los uniformados, llegando directamente a abrazar a su sobrina de tan solo dos años en un acto cobarde para no ser detenido por las autoridades. Una vez que vi eso, me pregunte ¿Donde queda el tipo rudo, que anda por las calles intimidando a las personas? Aquel sujeto quedaba reducido a un pequeño niño miedoso que se escudaba tras su familia para que no se lo llevaran.
Realmente triste, no sólo por ver, en que se han convertido aquellas personas con quienes crecí; total que en ese momento mi reacción fue similar a la de un lamento, al mismo tiempo la patrulla después de cuestionar a unos vecinos decidió marcharse con todos los efectivos. Justo en ese momento creí que la historia había terminado y podría continuar viendo jugar a mi equipo, pero ¡Oh! Sorpresa, el gusto me duraría muy poco ya que una vez que arrancó el segundo tiempo la patrulla había regresado ahora sí dispuestos a subir a aquel "chámaco"; dispuestos a derribar la reja de su casa de ser necesario en esta ocasión la madre del chico no dudo en salir en su defensa argumentando que el no había hecho nada esta vez, que el sólo había salido a comprar unos blanquillos y telera para la cena, pero a los policías no les importaba eso. Ahí mi asombro salto al aire, toda la calle parecía esperar el momento en que los oficiales entraran a la fuerza y cargaran con el joven directo a la cárcel municipal, increíble que ya se halla llegado a tal grado de desconfianza o de delincuencia que una calle entera esperaba el momento en que él estuviera abordo y se lo llevarán. Pero ¿Quienes somos nosotros para juzgar? La verdad no creo que halla una persona que pueda lanzar la primera piedra como dice la Biblia.
Total, después de discutir un momento con la madre y forzar la reja, los oficiales retornaron a su vehículo, no por miedo, o porque no pudieran, la verdad es que ellos manejan una estrategia que han usado por estos lugares y que les ha dado buenos resultados, esperar y atacar. No quiero entrar en detalles pero un día de estos tal vez les cuente que aquel joven ha desaparecido de por estos lugares y ahí se enteraran de lo que significa.
Bueno, esa es la anécdota del día, espero ver que ustedes tengan una opinión sobre el tema, muy pronto, bueno regresaremos pronto. Les mando unos cordiales saludos y hasta pronto.

Con esto concluyo la nota, se despide su buen amigo

K蟝


Hasta la Próxima ;)