31 oct 2008

Día de Muertos



Saludos a todos los visitantes de este su espacio. Las telarañas comienzan a aprovecharse del lugar, pero las conservare un rato, aprovechando que se acercan los “Finados” que no es otra cosa más que las festividades de los fieles difuntos. Una de las tradiciones qué más nos representan como nación. Algunos lectores, conocen muy bien el tema que estoy abordando, pero para aquellos que no conocen mucho sobre EL DÍA DE MUERTOS, me atreveré a darles una explicación basada en la memoria que en ocasiones me permite hacer una especie de flash back y me deja recordar acciones pasadas que solía realizar.
El día de muertos lo tengo en especial muy bien conservado en la memoria, ya que en estas fechas, mis abuelos solían realizar una celebración discreta pero significativa de la celebración. Mis abuelos son originarios del estado vecino de Yucatán, provenientes de un poblado alejado de cualquier ciudad importante, viven en un rancho que se llama Ho’leen’chen. Por cierto, antes de proseguir hago una pausa para recordar a mi abuela que en paz descanse, cumplió cinco años de haber fallecido, apenas una semana atrás. El rancho constaba en ese tiempo de dos palapas hechas de gúano y pequeñas varas recubiertas de barro, que evitan el flujo de aire y regulan al mismo tiempo parte de la temperatura; por dentro, la palapa consta de cuatro postes firmes en forma de rectángulo que son el soporte principal de la estructura, cuatro troncos más en forma horizontal cierran el modelo, en donde dos son las que facilitan el colgado de las hamacas. Más aparte una cocina que se encuentra apartada de las casas y una pequeña capilla que sirve de bodega, pero en la palapa de mayor tamaño es en donde se ponía el altar.
Para el día 31, mi abuela solía ir a esta capilla para sacar los huesos de los difuntos que ahí residen, tales cómo los de mis bisabuelos y otros familiares, entonces, se disponía a tenderlos sobre una servilleta para comenzar a limpiarlos y al terminar dejarlos expuestos sobre una mesa, en donde colocaba además flores propias de la región, una cruz de madera vestida con un huipil colocando encima un rosario, posteriormente colocaba agua en jícaras y prendía algunas veladoras.
Esa misma noche la familia se reunía para comenzar a realizar los platillos que se colocarían en forma de ofrenda tales cómo escabeche, relleno negro, tamales y mugbi pollo, siendo este último el que más me llamaba la atención, ya que la masa se hacía de un maíz especial además el relleno consistía en pollo con col, que viene siendo cómo el aderezo; una vez colocado el relleno se le da una forma redonda y se envuelve con hoja de plátano simulando un tamal, pero de proporciones mayores, forma redonda y con la peculiaridad de que para cocerse se entierra en el suelo, se le colocan rocas calizas para que no se abran y se tapa el tipo de agujero con hojas de una mata que no recuerdo.
A la mañana del 1° de Noviembre, se limpiaba toda la casa, se preparaba la mesa principal en donde se comenzaban a colocar las ofrendas conformadas, por los platillos, flores, bebidas, fotos y los restos fúnebres. Para el medio día se traía a un sacerdote, que dirigía un rezo en memoria de los difuntos, al mismo tiempo que en un copal colocaba a arder un poco de incienso para purificar el lugar y abrir el paso a las almas que regresan a convivir por un momento con sus familias aquí en la tierra; cooperando de la misma manera nosotros al recordarlos en forma alegre, ya que así les gusta a aquellos que se marcharon ser retomados en la memoria. Finalizado el rezo, se disponía de unos minutos antes de comenzar a degustar lo que se había colocado en el altar, para consumo de los presentes. En el día 2 para cuando el reloj marca las 12, mis abuelos, comenzaban a terminar la celebración guardando los restos de los occisos, recogiendo los trastes y colocando de nuevo las cosas en su lugar.
Quisiera poder retratarles lo escrito con alguna foto, pero en ese tiempo no solía tener un celular con cámara y hoy en día la tradición no se realiza de esa misma forma, ya que mi abuela es quién hacía la mayor parte de los preparativos, pero lo que si les puedo decir es que, la tradición no debe dejarse morir. Con esto concluyo la nota, se despide su wen amigo

K蟝
Asta la Proxima ;)
no me quisiera despedir sin antes agregar, que incluso en el día de muertos las cosas se pueden ver de una manera Inexplikable.